lunes, 21 de julio de 2014


   ORACION
      CON
 SAN PIO DE                    PIETRELCINA

         

PEDRO DEL OLMO MARTIN
            2009-2013




                       


VIERNES SANTO

Contempla Señor mi herrumbre,
mira que sin Ti todo está perdido.
En la mañana, en la tarde, en la noche,
por el maligno soy poseído.

El enemigo cerco de muerte pone.
de tu presencia he huido.

Escucha Señor mi grito
ante Tu silencio nace.
Escucha mi apagada voz,
apenas de la garganta sale.

Habla de miedo, este inútil sentido
no sabe expresar arrepentimiento
en alma vacía y seca. Camino perdido
que a Ti se acoge en todo momento.









CABALLERO YACENTE

Dinos, amigo y maestro.
Qué hiciste, cómo venciste
al enemigo de figura triste.

Era perro, humo y fuego,
no pudo permanecer erguido,
aquél que el mundo teme
aquél que el mundo posee
y ante ti lanzó terrible alarido,
aunque te golpeó y maldijo.

Huyó de ti despavorido,
en tus manos el crucifijo,
en tus labios un grito: ¡ Dios mío ¡.
que rompió de la noche el silencio.
Al amanecer huyó vencido.











ORACIÓN

Tengo frío, el alma empapada. Llueve.
De rodillas vengo a Ti mal acompañado,
para que espantes esta sombra, que me puede.
Llevo el cuerpo roto, doblado,
es peso acostumbrado.
         
Resucitar contigo quiero
aferrándome a tu madero.

Ayudarte a llevarlo no puedo,
apoyarme contigo en él deseo.
Vivir de nuevo en Ti con paz y sosiego.

Dime Pío cual es tu secreto,
aprenderlo, vivir junto a ti anhelo,
para que siendo tú mi maestro,
en mi frente arda su fuego.



















GIGANTES

Quise ser Quijote de Ti enamorado,
pero Sancho engordado me hallo
de tu blanca imagen alejado,
por fuego, pasión y pecado.

Olvidado el ayer. Era otro tiempo
que hoy recordar quiero
cuando a vosotros veo,
ángeles del Cielo.

Acción y oración,
obras y padrenuestros,
ambos palos del madero,
nos muestran lo eterno.







EN EL SILENCIO

Son mis amigos, son sus cuerpos
o lo que de ellos queda, restos.
En mi alma sus recuerdos,
En la suya la brisa del Cielo.

Allí sonríen con los chistes de San Pedro.
Ayer les contaba que un buen pez pescó.

Era un banquero, que arrepentido
repartió a los mas pobres
la mitad de su dinero,
y que con la otra parte
hizo casas para ellos.

También les habló del obrero
que dividiendo su salario
daba pan al hambriento.

El de los gobernantes que abandonaron
su papel de Herodes
protegiendo al indefenso.

Por mí y por todos ellos
rezad, amigos, un Padrenuestro.
Igualmente por los viejos.






MONJE PADRE PÍO

Señor, Tú que viniste a salvar lo que estaba perdido
Tú que elegiste al débil, al que caminaba sin sentido,
acoge en tus llagas al que de Ti siempre ha huido,
aquél que ni por si mismo fue recibido.

Señor, Tú le conoces bien, se llama Francisco,
está a tu puerta llamando, el corazón ahíto
de dolor, por todos los males cometidos.

Espera de tu misericordia que le muestres el camino,
para contigo llegar a buen destino.
Pues sabe muy bien que sin Ti será destruido.

No le niegues Señor tu amparo divino
Te lo piden juntos él y su amigo San Pío.






PAZ

Señora de la Gracia. Reina de las almas.
Un trozo de madera quemado y barnizado,
te acuerdas, hace muchos allá, en tu casa,
era pié, trono y altar de tu retrato.

Luego estuvo en un cajón olvidado,
mas tarde de una pared colgado,
sin nadie hacerle especial caso.
Mas, Tú siempre nos has amado,
aunque a hurtadillas te hayamos mirado.
Rogad, falta nos hace, por todos nosotros.

Hoy como ayer con cariño y cuidado
otros labios, tu querido rostro besan.
Hoy, otras manos acarician tu marco
otros corazones junto al tuyo rezan.







ENAMORADO

Creyó y amó tanto, que de su cruz participó.
Dolor, premio, amistad y unión. Don
y regalo, amor del Señor que le escogió.

Cinco rosas rojas en su cuerpo esculpió.
Ofrenda de aquél que dio su vida por amor.

A él, a mí, por ti también la dio.
Y porque todo nuestro yo es yerro y horror
sólo había un camino de salvación:
Crucifixión para aquél que nos amó.

Flores de pasión para el que se entregó
Pobre, casto, ofreciendo gratis el perdón,
que a los hombres Jesús regaló.










AGRADECIMIENTO

Agradecido lloraste y reíste. Amaste.
Apoyado en El, fuerte beso sonoro le diste.
El en tu alma. Las rodillas en el suelo hincaste.

Tú en El. Su dolor por mis pecados viste.
Y porque tu vida por ellos ofreciste,
Cirinéo enamorado fuiste.
Llevando la cruz que ayer no quise,
sufriendo el castigo que no mereciste.

Sus manos laceradas en las tuyas tomaste
y fue tan grande el amor que sentiste
en tu corazón, que en el suyo lo dejaste
dormido y aquietado. Su calor recibiste.

Más de sesenta años mi vida llevaste,
Más de sesenta mi peso sobre ti tuviste.
Todavía lo llevas, Señor, tu vida me diste.









PRESENTE

Cuando era niño y al colegio iba,
rezaba, cantaba, leía y aprendía.
Una veces alegre si la lección sabía
Otras no tanto,  y ayuda te pedía.

En la capilla, como era bajito.
Apenas desde la puerta se me veía.
En el banco sentado estaba calladito,
pidiéndote como hoy, sabiduría.

Si temor entonces a la maestra tenía
porque castigarme de rodillas podía,
hoy no sé como la vida sin Ti enfrentaría,
pues Tu eres mi pan y mi alegría.

Hoy nada de mí se entendería,
si Tú en mí no estuvieras.

Mentira, todo mi ser parecería.
si tu viva imagen yo no fuera.














EN CASA

En el sótano, en la bodega,
el campanario roto de mi pueblo,
en estos días sórdidos que contemplas.
Historia de nuestro tiempo.
A tu palabra el viento, la verdad niega.

Y en este sótano, tiempo y pueblo,
de la memoria de mi entraña
es tu voz eco y requiebro,
desde la sima a la montaña.

De rodillas el ayer contemplo,
he atravesado la verja de hierro
y a tu lado sé y siento
que sin Ti, Señor, nada puedo.



 




PEDREGAL

Te llevó al pedregoso desierto,
te colmó de oración y amor.

Árido, muerto, yerto
te introdujo en su corazón,
para que fueras labrador.
De los corderos Dios pastor.

Almas perdidas que como yo,
a ti acudimos pidiendo confesión.

A ti administrador de su perdón
nos dirigimos rogando tu intercesión,
que nos abra la puerta que nos cerró
el mundo con su atracción.

Elegiste del pedregal el camino estrecho.
Subiste la cuesta empinada.
Tu entrega acabó con el barbecho
de esta tierra, por siempre sagrada.



PETICIÓN

No tengo, no alcanzo, no llego,
estoy en barro anegado,
ayer, hoy. Mis recuerdos:
verme desde los pies enlodado.

A Ti acudo porque mañana no quiero
cuando en el espejo me mire,
observar mi cara con desprecio,
olvidando, que tu vida por mí diste.

A los pies de la cruz arrodillado
a tu llamada compungido acudo.
En mis labios sucio rosario recitado.

Porque nada soy y siempre miento,
no me eches airado de tu lado.
Concédeme paz y arrepentimiento.












MARÍA

Fuente, flor, acueducto de luz.
rayo de sol que difunde amor
para esconder el arcabuz,
entre bolas de alcanfor,
en el desván o en la cruz.

Ruega por nosotros pecadores
cuando a tu lado paso,
todas las tardes oyes.

Rosario en las manos entrelazado.
Con el alma ensimismada
en la mirada de Jesús amada
recoges mi plegaria,
en vasija de barro labrada.


























Si a simple vista recuerdo mis actos,
forman cadena de nubarrones negros.

Si con potente microscopio lo hago,
desenmascarando todos los hechos,
cubiertos por capa de terciopelo blanco,
descubro que todo es hierro oxidado.

De una forma u otra, todo en mí es pecado.
Por ello Señor, desde lo profundo clamo,
pidiendo de tu cruz amparo.

Día a día, semana a semana, año tras año.
he andado el camino engañado,
he tomado el sendero equivocado.

Hoy a tu amor, con rosario de vida rezado,
alzo mis manos esperanzado.



















NORMALIDAD

Cuerpos, almas perfumadas, caminamos
embutidos en nuestros trajes bien cortados.
Alegres, risueños, gozosos, adinerados,
habiendo alcanzado objetivos marcados.
Los otros, de nuestra memoria borrados.

Trabajo excesivo. Ojos por el sol entornados,
protegidos por oscuras gafas. Enmarcados,
para no ver ni entender mas de lo dado.
Nos declaramos honrados, bien formados.

Les llevamos en maletín encerrados.
Rostro y nombre en un folio, números garabateados.

Son tus hermanos. Van mal trajeados,
tampoco por buenos manjares alimentados.
Unos, otros, por nuestras taras clasificados.

Satisfechos habitantes de primera endiosados.
Habitantes de tercera en chabolas guardados.
Mas todos, por Jesús al Padre, presentados.























ESTIGMAS

Con el paso de los años, cuerpo, alma,
deformes por mis actos pasados.

En mis manos estiércol, vacío, taras,
si no las limpia el agua de tu costado.
Pasto de llamas, hojas secas amontonadas.
Fuego, soledad, miedo, será su recompensa.

No quise beber el agua que me dabas.
Ayer, placeres todos. Hoy, como plomo pesan.
Arrepentido a ti me acerco. Sé puente,
ribera y juncal que me guarezcan,
barro que sane corazón y mente.

Lobo merecido no me encuentre.
Desde ayer me busca. La tarde,
ya noche, parpadea y fenece.























EUCARISTIA

Cansado, dolorido, golpeado.
Ansiando que su alma rota,
en la mano tu cuerpo encerrado,
dentro de la tuya renazca.

Por los años, viejo canto rodado,
ha comenzado la cuesta de bajada.
Perdón, amparo y calma,
perdidas todas las aristas, vulgar
y mezquino, llorando clama.

Nada tiene, todo le espanta,
jugó y perdió a la carta mas alta.
Nueva vida, oportunidad única,
sólo un as puesta en Ti su mirada,
que tu misericordia, perdón le traiga.





















PRESENTACIÓN

Espigas repletas son tus manos
cansadas, se he hecho tarde y rezas.
Las tomo, oyendo oración y canto,
entre las mías. Junto a mí te sientas,
tienen callos, duro es el arado,
frío el martillo, huidizo el tornillo.

En las tuyas trigo, Jesús amado,
rosas, bellos versos florecidos,
coros, maitines en la noche rezados
por ángeles de tu bondad enamorados.

Pues si, valor tienen, bien apreciado
en sus manos, los campos y talleres,
los barcos, minas, pisos y palacios.
Sin Ti, Señor, sentido nada tiene.



















EN ELNOMBRE DE DIOS

En tu nombre Señor expulsaré
de mí, ser que oprime.
En tu nombre Señor mataré
ansia, que de negro alma tiñe.

Tú serás el artífice que construya
casa y armonía.
Tú serás el orfebre que pula
con esmero hermosa joya fina,
sacada del barro y anclada
en la cruz por ti llevada,
para engarzar tu mano clavada
a la madera por ti portada.

Y mi vida por tu sangre bañada
como del mar ola,
que nada busca sino ser amada
por la arena y no estar sola.


















ALIVIO

Las piedras, en pan convertiste.
Manó agua, leche, miel.
pez para comer el hambriento.
Lloraba, enjugaste hiel,
tenía sed, de beber diste,
mensajero de la palabra de Dios.
Del atribulado corazón no huiste,
al sufrimiento tu voz, alivio dio.

Parte de ti era. Sufría.
Sangre, por tus venas huía.
Pan, que ayunando comías.

El roquedal que apenas vivía,
vino a ser un espléndido vergel.

Voluntad del señor tu fuerza y querer.
Tus manos, rosas. Al anochecer
lavaron sus pies, para después florecer.























DOLOR

Mil faros de colores llaman,
deslumbrado, quiere hacia ellos ir.
El mar azul y su ola cantan:
Para vivir, has de aprender a morir.
Debieran decir, la cruz aceptar.
Que Dios perdone tu caminar.

No vayas, susurrándole están,
mientras sus pies vienen a besar.

Mas el alma aferrada a su collar,
cuelga muerta y alocada va
allá, donde la quieran llevar.

Grano de trigo que para germinar,
no sabe, no quiere, no le da la gana,
no puede, luces oscuras rechazar.

























PETICIÓN

Dime: Cual es mi lugar. Ilumíname.
Mis obras ya sabes lo que son.
Cuando a Ti llegue, no las recuerdes,
olvídalas en saco del perdón.

El humano autor del altar
en trágica afirmación
no te puso pedestal,
después el Señor lo corrigió.

Cuando a su banquete vayas,
ponte en la mesa de atrás,
allí sentado el Señor te verá,
tu lugar junto a El tendrás.

Traje de fiesta nos dará
a los que apenas tuvimos pan,
agua para nuestras manos lavar,
asientos a su lado nos pondrá.

Nuevos Lázaros formamos
piedras de la catedral,
rechazados, unidos nos levantamos.
De la mano, labramos roquedal.










DETÉNLO

Ruega. Pide. Detén, Para.
Veloz carrera de caballo desbocado,
que alocado al abismo lleva.
No obedece a brida ni espuela.
Alimentado por mala hierba.

El suelo beso, ramas golpean.
Vemos pasar, meses, días,
y huir rauda nuestra vida,
la del amigo, vecino y mía.

Jinetes somos hechos de viento
monos aderezados, perfumados,
todos locos, con mucho contento
cabalgamos. Vamos hacia el averno
si no detenemos el jumento,
que nos conduce sin freno.
























ALEGRÍA

En día de ira no se ha de dar.
Eligió otro tiempo, otro lugar.
Ni sangre ni dolor. Oración en la mar.
Juntos cantan, aman Tu Faz.

La copa del amor rosal cubre
que el frío no anide en su pañal.

Gabriel sonríe desde la nube,
a quién su vida por mí ha de dar.

Todas las campanas se oirán,
tañerán alegres todas por igual,
porque ese día se han de presentar
lámparas encendidas que llegarán,
a ver al niño que defiende el rosal.

De los confines del mundo vendrán
vírgenes risueñas, flores de coral.
Con violetas en las manos cantarán.



















VEN. SEÑOR.

En esta tarde una palabra decirte.
Lágrimas en tus manos pone triste
el que olvidó y no sabe escribirte.

Con profundo pesar sin nada pedirte.
En la puerta espera, ayer le recibiste.

Tiene la vida en carne viva, el alma partida,
de la mañana a la noche trabaja cada día.
Su cuerpo en girones deja en la oficina,
apenas se alimenta, mal le sienta la comida.

Llantos, gemidos, por su hija querida.
Es niña muy linda, le duele la cabecita.
Por ella te pido. Que la curen tus heridas.
Que no se rompa la ilusión de su vida,
que la mía por los dos queda ofrecida.















BESO

El tuyo no es beso de Judas.
Mal ejemplo tomé ayer.
No fui atormentado por dudas,
tampoco la simplicidad de Tomé
me llevó a negarte, a escupirte después,
fue que elegí, haciéndote de mi salir,
abrir la puerta al amigo infiel,
y hacerle una vez mas, señor de mí.

Que mi beso el tuyo fuera
que mi alma como la tuya estuviera
que a tus pies entera la pusiera.
Y a Ti, que la cruz aceptaste,
Ruego y pido que mis promesas
sean vida. Para darla me la entregaste.

























ESTRELLA

Aprendí a ser, independiente, maduro,
y sin exterior fuente a Ti me dirijo
para que Tú guíes sin golpe duro.
Un mentor quiero. El que en el corazón llevo.
Para ser firme, amable y corajudo.
Para bien ordenar tiempo y esfuerzo
y no tener por premio, sólo metal duro,
que endulce cansancio y pague sueldo.

Niño soy aunque me veas viejo
por mis muchos años, que destilan dolores.

Tú los cubres con estrellado manto de cielo
y son sueños, son guantes, guirnaldas de colores,
de rosas, de azucenas perfumes y olores
que Tú me entregaste, amor de mis amores.






















EN CASA

Cada día acudo a tu casa en romería.
Es tiempo de de fiesta y baile. Encuentro
al hermano que ayer perdido tenía.

Juntos, él, tú y yo, en todo momento,
apiñados, sonrientes, a Jesús oramos
diciéndole: Padre nuestro que de nuevo
al enfrentamiento de ayer no volvamos.

Que el miedo que tiene, junto al que tengo
en la entraña, dentro, a tus pies depositados,
sean por tu sangre lavados y blanqueados,
buscando ambos refugio en tu costado.

Y en nosotros hermoso templo edifiquemos.
Acoge a los por nuestra causa huyeron
tristes. Que de fuentes envenenadas bebieron.




















PADRE PÍO

Imagen, camino, resurrección.
luz y cruz, multitud, dolor y amor,
palabras son de transfiguración.

Por nosotros pides a Dios perdón
cuando en tu casa desde el balcón
agitado el pañuelo llamas a oración.

Juntos acudimos en procesión
para recibir unidos tu bendición.
Besar tus manos con devoción
ansiamos para nuestra curación.

Oír tus palabras, dichas por Dios,
eres su manifestación.
Crucificado sin cruz, cruenta pasión
tus manos, pies y costado son.
























PROCESIÓN

Neuróticos, necios de colección,
mancos del alma, cojos y ciegos,
enfermos todos, venid, bendición
recibid. No dejéis para luego
que se os otorgue piedad y perdón,
misericordia, paz, redención
por medio de él. Un día tratado de tal,
cuando sólo era de Dios señal.

Diez años de iluminada oscuridad
forman hoy río de claridad,
donde su bondad no tiene igual.

Murió el trigo, creció el rosal,
olvidado de sí, fue don y hospital.
Con sus manos a todos dio pan.






















CELEMIN

No han de esconder. Sí al cielo levantar
tu cruz, Sí, con firmeza, su luz mostrar,
para todos las heridas sanar.

Vestidos vendrán con blanco sayal,
lámparas, cirios encendidos portarán.

En la noche de la vida velando están
con amor. Su lámpara no se apagará.
Son vírgenes prudentes, orando van.

Engaños de la razón dejaron atrás,
promesas falsas de plena felicidad,
que sólo de estómagos llenos saben hablar,
los amigos de a Dios Padre, ningunear.
Convertirlo en regalo de navidad,
Olvidando, que no solo se vive de pan.
























DEJAD A LOS NIÑOS

Soy creyente, cristiano de poco valor,
y el corazón me duele al leer la injusta
proclama que habla de derecho y razón,
cuando la ley del aborto declaran justa.

La palabra de Dios golpean con fusta
para imponer culto a dinero y pasión.
Tendencias, dolor, suyo y mío, excusas
son que apoyan su toma de decisión.

No admiten, que la tierra de todos es,
que no hay pan duro si se reparte bien,
para los nacidos y los que han de nacer.

De amor y obligación nada quieren saber.
Aprueban los instintos satisfacer,
de los que con gritos, te insultaban ayer.
















HIJO PRODIGO

Uno mas quiero ser, uno mas he de ser
suplicando que un traje nuevo me des,
si te parece bien. Arrodillado a tus pies
vestido blanco y de fiesta deseo tener,
pues el mío hecho jirones ves,
no lo supe con tus dones merecer.

Hoy te ruego sucio y roto, a tus pies,
que me veas bien. Eres mi querer.
.
Anillo en mis manos para después,
unidos y juntos, hablar los tres,
del aire, del viento, de la tierra que es.

No quiero de tus ojos desaparecer,
y permanezco arrodillado orando,
esperando. De tu amor lo obtendré.





















SILOÉ

En sol, en mar y color la piedra gris se convirtió,
un hombre, de la mano de Dios, fue su hacedor.

Los ciegos vieron, los tullidos se zambulleron,
un ángel les tocó. Obró el Señor y amor dio
a todo aquél, que con sinceridad perdón pidió.
Este hombre luchó y venció. El se lo regaló.

Por ello, ruego a mi Señor que siempre vio
con dolor, el camino tomado por mi pie pecador,
que de ahora en adelante, otorgándome valor,
no permita que me guíe negro valedor.